lunes, 20 de mayo de 2013

Eliminemos el monopolio del SNTE: Silvia Schmelkes

Para la socióloga e investigadora de temas educativos, son dos los principales problemas con la educación en México: la calidad y la inequidad
Para la socióloga e investigadora de temas educativos, Silvia Schmelkes, son dos los principales problemas con la educación en México: la calidad y la inequidad. Mala educación, mal distribuida y aplicada. Pero el principal obstáculo para resolver esta problemática, dice, son las prácticas del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), que se orientan a obedecer intereses políticos y olvidan la calidad educativa.
 
La especialista, quien ha colaborado en diversos organismos internacionales como las organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y de la Naciones Unidas (ONU), se dice insatisfecha con lo que aprenden los alumnos. La situación del sector educativo no mejora al ritmo deseado.
 
¿CUÁL ES EL PRINCIPAL PROBLEMA?

La calidad, no sólo porque nos resta competitividad, sino también calidad de vida; podemos ir a la escuela pero no significa que eso lo podamos hacer valer en nuestra vida cotidiana.

El otro gran problema es la inequidad en distribución de los servicios educativos. Están muy relacionados, porque la idea es no sólo que haya para todos sino que haya equidad en la calidad, que haya igualdad de resultados; sobre todo a nivel de educación básica, que es obligatoria para todos. Quisiéramos que todos los alumnos aprendieran lo mismo, pero tendríamos que tratar a los alumnos de manera desigual, puesto que su punto de partida es distinto, y nosotros hacemos exactamente lo contrario. Tendríamos que darle más a los que menos tienen, y hacemos lo contrario: le damos más a los que más tienen.
 
Estamos perdiendo la oportunidad de que la educación, que es la vía legítima para la movilidad y la justicia social, efectivamente esté ocurriendo.

¿CUÁL ES EL FACTOR QUE DESTRABARÍA EL REZAGO EDUCATIVO?
En educación todo es. En el caso de México sí tenemos un obstáculo que al eliminarlo, puedes hacer muchas cosas, y es el sindicato. No es el sindicato per se, sino la manera de ser del SNTE. Es un sindicato que busca sus propios intereses –que son más bien políticos- y cualquier cosa que los amenace causa oposición. Y hay muchas decisiones de política educativa indispensables que los amenazan.

Es un obstáculo que hay que eliminar para poder empezar a hacer sinergia entre los demás factores. No eliminando al SNTE sino sus prácticas. Hay que eliminar el monopolio del SNTE, darle a los maestros la libertad de crear otras organizaciones gremiales que también los representen. El sindicato es fundamental, debe opinar en materia educativa, pero no tomar la posición del Ejecutivo, que es lo que hace nuestro sindicato.

Hay visiones simplistas que dicen que hay que quitar al personaje (Elba Esther Gordillo, lideresa vitalicia del SNTE), pero si quitas ese saldrá otro, si no transformas de manera estructural al sindicato.

¿EN QUÉ MOMENTO LA EDUCACIÓN SE ESTANCÓ?
las causas son históricas y se van acumulando. Por ejemplo: México creció muchísimo en materia cuantitativa desde 1959. Más escuelas, más maestros, rápidamente formados, asegurar que en cada lugar hubiera una escuela y un maestro. Un poco el supuesto de ese momento era “vamos a ocuparnos por la cantidad, y ya después habrá tiempo para preocuparnos por la calidad”. Pero ese es un dilema falso.

Otro problema muy importante es el abandono en que tenemos a nuestros docentes. Hace muchísimo tiempo que las normales no funcionan y lo sabemos perfectamente; las normales siguen operando con el modelo más tradicional de educación, nuestros nuevos maestros se están formando con métodos que ya se agotaron y ya no tienen sentido en el mundo actual. Las normales todavía son instituciones de un nivel realmente muy bajo, consideramos que ya son de nivel terciario, ya tendrían que estar comparadas a una universidad, y están lejos de serlo: no hacen investigación, no difunden el conocimiento ni la cultura; ahí tenemos un problema muy serio: cómo es posible que sabiendo que el maestro es el factor más importante para la calidad de la educación, hayamos abandonado durante tantos años su formación.

¿SON OBREROS DEL CONOCIMIENTO?
Así es, porque cualquier profesional toma decisiones, pero esto se disuade; las innovaciones que hace un maestro se esconden, porque se supone que no las hace, entonces el maestro no se la cree; no se cree su profesionalismo.

¿LOS EXÁMENES SON OBSOLETOS?
Se nos ha dado por evaluar como si con eso mejorara la calidad: pasamos de no tener nada a usarla para todo. El problema es que una evaluación, sobre todo como prueba, te permite dimensionar el tamaño del problema, eso es fundamental pero no mejora la calidad. Para mejorarla hay que transformar la práctica del docente en el aula. Estamos exagerando la evaluación y estamos cometiendo errores muy graves como utilizar la evaluación a los alumnos para definir cuánto va a ganar un maestro. Entonces los maestros, si su salario depende de eso, van a educar para la prueba.

Luego queremos evaluar también a los docentes pero también con una prueba. Me parece importante poder distinguir entre buenos y malos, apoyar a los que no son tan buenos para que sean mejores, pero no con una prueba: para evaluar a un docente hay que verlo en la práctica, hay que ver cómo funciona en el aula y hacerle una serie de recomendaciones, detectar sus debilidades y crear un sistema de apoyo.

Sí es importante que los maestros sientan que no es lo mismo ser bueno que ser malo, que los buenos sientan que la comunidad los reconoce; el premio no tiene que ser sólo económico, puede ser un año sabático, publicarle innovaciones importantes, etc. Que el maestro se sienta reconocido, y castigar a los que son irresponsables.

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